Política | Milei contra la industria

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"El INTI no se toca"

Los trabajadores del INTI cortaron la General Paz en rechazo a la disolución del organismo."El INTI no se toca", rezaba un enorme cartel que los trabajadores desplegaron en la autopista ante la posibilidad cierta de que el gobierno, a través del Ministerio de Desregulación que dirige Federico Sturzenegger, recorte el presupuesto del organismo y despida empleados. Anticipan que el Gobierno promulgará un decreto para centralizar el organismo dedicado a la tecnología relacionada a las industrias y la metrología. Por Mateo Salvo Buenos Aires, 27 de junio de 2025. Un grupo de cerca de 400 trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) cortó ayer la Avenida General Paz frente a la sede del Instituto al 5400 de la avenida, para reclamar contra el decreto que anticipan que promulgará el Gobierno para centralizar el organismo dedicado a la tecnología relacionada a las industrias y la metrología.

"El INTI no se toca", rezaba un enorme cartel que los trabajadores desplegaron en la autopista ante la posibilidad cierta de que el gobierno, a través del Ministerio de Desregulación que dirige Federico Sturzenegger, recorte el presupuesto del organismo y despida empleados. 

La protesta de los trabajadores del INTI advirtieron que la medida es parte de un plan de lucha que implementan con la intención de revertir el “proceso de vaciamiento” que lleva adelante el gobierno tanto en este organismo como en otros que integran la órbita estatal. Los empleados remarcan que con esta política de vaciamiento se perjudica la capacidad técnica y operativa del INTI en beneficio de empresas privadas aliadas a la Casa Rosada.

La organización “Defendamos la Ciencia” advirtió a través de sus redes sociales que el gobierno de Javier Milei “amenaza con desmantelar las capacidades fundamentales del INTI ” y aseguraron que empresas y cámaras empresariales industriales privadas respaldaron al organismo tras la normativa. 

A su vez, la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología lanzó un comunicado en el que destacó el repudio a las medidas del Gobierno acerca del INTI: "Cerca de 3.000 actores del ámbito industrial, académico, científico, tecnológico e independientes de todo el país expresaron su preocupación ante la posibilidad de que el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) pierda su carácter descentralizado y su funcionamiento autónomo y federal".

Explicaron que en cada una de las cartas destacaron "el rol del organismo para promover la calidad y competitividad industrial" y "la importancia de que el instituto preserve sus capacidades técnicas y administrativas, indispensables para continuar fortaleciendo el desarrollo productivo".

En tanto, el espacio subrayó el respaldo de un documento que se elaboró conjuntamente donde se "destaca que hace casi siete décadas el organismo es ´una institución de prestigio nacional e internacional, con capacidad única para asistir de forma integral y federal a las industrias de todas las ramas de la producción y acompañarlas en los desafíos que implica aumentar su productividad, innovar, desarrollar nuevos productos, mejorar su competitividad y su capacidad exportadora, a la vez que alcanzar los estándares de calidad que requiere el mercado local y global´".

Sturzenegger anunció una nueva desregulación

Los reclamos de los trabajadores del INTI se intensificaron luego de que el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anunciara en su cuenta de X que se eliminaron regulaciones sobre la importación de pilas y baterías debido a que la normativa anterior "imponía importantes e insólitos costos al consumidor".

"Si importabas un juguete con pilas, al INTI. ¿Importabas un control remoto con pilas Duracell? Al INTI. Al final eran miles de trámites para re-certificar productos comunes y corrientes que se venden en todo el mundo. ¿Y eso que implica? Una capita más de costos, de dinero, de tiempo y de atención que van sumándose hasta alcanzar la altura del Aconcagua. La suma de costos y costitos (en cada uno la casta va mordiendo) es lo que encarece los productos, y de a poco en poco, nos fueron empobreciendo. De a cachitos, para que no nos diéramos cuenta", cuestionó el funcionario.

La historia del Instituto

El Instituto Nacional de Tecnología Industrial fue creado en 1957, con el aval de la Unión Industrial Argentina. Su primer presidente fue el ingeniero Salvador María del Carril, quien desempeñó ese cargo hasta 1973. Sus primeros laboratorios se ubicaron en el Parque Tecnológico Miguelete en un predio de 19 hectáreas en el Partido de General San Martín, provincia de Buenos Aires, en el que hoy se concentran una treintena de centros, además de áreas administrativas y de soporte.

Desde 1972 el INTI es referente nacional en el ámbito de las mediciones, habiéndose constituido como Instituto Nacional de Metrología, de acuerdo con la Ley 19511 reglamentada por el decreto 788/03.[2]​[3]​ Por esa causa le corresponde realizar, reproducir y mantener los patrones nacionales de medida y difundir su exactitud. Esta tarea contribuye a asegurar la calidad en las mediciones relacionadas con el cuidado del ambiente, la salud, los alimentos, la seguridad pública, la equidad en el comercio y la calidad de la producción industrial.

Desde sus orígenes, el INTI tuvo la particularidad de integrar a cámaras e industrias en el esquema de conducción de sus centros para asegurar que las actividades que se desarrollaran estuvieran conectadas a las necesidades y demandas concretas del ámbito industrial. A su vez, la vinculación de las empresas a los centros, ha tenido por objeto facilitar el desarrollo de innovaciones que, por su envergadura, escapen a las posibilidades de una sola empresa.

Con el tiempo, el INTI se ha expandido a todo el país, que generan investigación y desarrollo en red, con el fin de acompañar e impulsar el crecimiento industrial de cada provincia. Esa expansión le ha permitido al instituto cubrir una amplia gama de especialidades industriales, en articulación con universidades, laboratorios estatales, empresas públicas, cámaras empresarias y otras organizaciones −del país y del exterior− vinculadas con la actividad tecnológica. Pero ahora molesta a los planes libertarios, que no quieren industria ni tecnología nacional.


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