Información general | Servicio de higiene urbana
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En octubre arranca el nuevo contrato
A partir del 1 de octubre comenzará a regir un nuevo contrato para el Servicio Público de Higiene Urbana, el más oneroso para la Ciudad y cuestionado por la oposición porque no tuvo discusión en el Parlamento, pese a una decisión judicial en tal sentido. Los especialistas advierten que no se prevé el reciclado de los residuos orgánicos. Por Joaquín Ramírez Souto Buenos Aires, 9 de agosto de 2014. Para 2020, la Ciudad ya no podrá enviar basura a los rellenos. Pero Buenos Aires está muy lejos de cumplir la meta, fijada por la ley Basura Cero. Una de las piezas que faltan es la separación de residuos domiciliaria y la recolección diferenciada. Si bien el Gobierno porteño va distribuyendo campanas verdes en diferentes barrios, muchos vecinos aún no separan los materiales recuperables y las empresas recolectoras mezclan todo y lo compactan.
En la Ciudad se generan 6.000 toneladas de basura por día. Según el Ministerio de Ambiente, 3.200 van a los rellenos. Del resto, 1.800 se recuperan en una planta de áridos, y otras 500 en una de tratamiento mecánico y biológico. Las 500 restantes, serían recuperadas por los cartoneros, aunque no hay cifras oficiales.
En octubre regirán los nuevos contratos de recolección, por más de $ 31 mil millones, que incluyen la contenerización de toda la Ciudad. Actualmente, hay contenedores negros para basura orgánica en el 66% de la Ciudad. Entre otros servicios nuevos, habrá recolección los siete días de la semana, en el horario habitual de 20 a 21 y se hará recolección de residuos en las villas. También se pondrán a funcionar barredoras mecánicas e hidrolavadoras para las avenidas y habrá un servicio especial que consiste en el retiro de excrementos de animales de la vía pública.
Desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público dijeron que “para mayo de 2015 toda la Ciudad estará contenerizada con 23.400 contenedores negros, 7.400 campanas verdes” y que a partir del 1 de octubre comenzarán a regir “las siete zonas de recolección que coincidirán con los límites de las comunas, seis de ellas a cargo de empresas privadas y una que estará a cargo del Ente de Higiene Urbana, que corresponde a Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano, que lo opera el propio como zona testigo”.
Además, señalaron que “funcionarán 134 camiones que estarán adaptados para carga lateral” y que “todas las bases de operaciones de las 6 empresas y del Ente de Higiene van a estar en la Ciudad y no, como sucede en algunos casos, en la provincia de Buenos Aires”.
En el Boletín Oficial del lunes pasado se fijó “como fecha de inicio de las prestaciones correspondientes al Servicio Público de Higiene Urbana para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en los términos de la Licitación Pública Nacional e Internacional N° 997/13, el día 1° de octubre de 2014”.
Además, se establece que “el incumplimiento del inicio de las prestaciones (…) dará lugar a la aplicación de las sanciones previstas en los Capítulos 6 (Faltas y Penalidades) y 7 (Extinción del Contrato) del Pliego de Bases y Condiciones Particulares, según fuese pertinente, sin perjuicio de las demás acciones legales que pudieren corresponder”.
La resolución n° 1262/13 del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, que aprobó la licitación pública, adjudicó las distintas zonas a las siguientes empresas: la Zona 1 a AESA, Aseo y Ecología SA, por un monto de $ 5.016.631.750,01; la Zona 2, a CLIBA Ingenieria Ambiental SA, por un monto de $ 5.292.673.250,40; la Zona 3, a Industrias Metalúrgicas Pescarmona SAIC y F, por un monto de $5.882.612.299,86; la zona 4 a Ecohabitat SA – Emepa SA. – UTE, por un monto de $ 3.413.901.000; la zona 6 a Ashira SA – Martin y Martin SA. UTE, por un monto de $4.078.654.000; la zona 7 a Transportes Olivos SACI Y F – Urbaser Argentina SA-UTE, por un monto de $ 4.484.266.000. El monto total es de $ 28.168.738.300,27, transformando esta es la licitación en la de mayor envergadura de la ciudad, y la duración del contrato es de 10 años.
El ex legislador porteño Facundo Di Filippo recordó que denunció penalmente al jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y al ministro del área, Edgardo Cenzón, y consideró que el gobierno “avanza con el contrato de Higiene Urbana incumpliendo lo que dice la Constitución Nacional”, que expresa que toda concesión o permiso por un plazo mayor de cinco años debe tener el acuerdo de la Legislatura, “y también una resolución de la jueza Elena Liberatori, quien, si bien falló que el pliego de la licitación no debió pasar por el Parlamento, sí lo tenían que hacer los contratos de concesión”.
“Hay cuestiones a tener en cuenta. Primero que el monto final seguramente será ampliado sucesivamente, como es normal por el Gobierno. Por ejemplo, la Ciudad está adelantando dinero para que las empresas se capitalicen con nuevas máquinas, algo que me parece desmedido (en junio de este año, una ley aprobada por el Parlamento autorizó al Ejecutivo a destinar $ 1.312.742.80)”, agregó Di Filippo, que además es asesor del bloque Verde Alameda.
Desde el ministerio señalaron que “este tipo de financiación no estaba previsto en la licitación, pero es más importante el interés que tiene la Ciudad para que las flotan estén renovadas y se pueda cumplir con el contrato y también con la ley de Basura Cero, sobre todo en una conyuntura económica del país complicada”.
Por último, señalaron que “el contrato de Higiene pasó por la Legislatura cuando se aprobó la ley (4120, aprobada en 2013) que establecía las condiciones del pliego y que facultaba al Ejecutivo para llevar adelante la licitación, adjudicarla y llevar adelante el contrato”.
Por otro lado, hace poco más de un mes, en su informe de gestión semestral ante los legisladores, el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, señaló: “Estamos implementando un Master Plan de Higiene Urbana que tiene como objetivo mejorar la limpieza de la Ciudad y reducir la cantidad de basura a partir de la separación en origen”.
Y agregó que “desde 2012 se está cambiando la modalidad de recolección de residuos, que ahora se hace de manera automatizada con carga lateral de contenedores metálicos”. Así, según explicó, “se mejora la higiene y limpieza de las calles, y la recolección deja de ser manual, optimizando los recursos”.
También apuntó que ya se alcanzó “casi el 70% de la Ciudad contenerizada, proyectando llegar el 100% de las Comunas para marzo de 2015”. Y explicó, también, que éste año la Ciudad comenzó el camino hacia una doble contenerización, proporcionando a los vecinos los medios necesarios para que ellos realicen una clasificación más eficiente de los residuos húmedos y secos.
BASURA CERO: METAS INCUMPLIDAS DOS VECES
En diciembre de 2012, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se comprometió a reducir los residuos enviados a los rellenos sanitarios ubicados en la Provincia con diferentes metas. Fue después que la Provincia le reclamara por el incumplimiento de las metas establecidas en la Ley 1854. La última de las fechas del nuevo compromiso se cumplió el primero de agosto de 2014, cuando se debió haber reducido un 78 por ciento.
El gobierno de Mauricio Macri no cumplió ni con la ley votada en 2005 ni con su propio compromiso de reducción de residuos que realizara en diciembre de 2012. Si aceptamos que la Ciudad redujo el envío a la CEAMSE de un 30 por ciento en 2013, debemos decir que la meta asumida para ese plazo era alcanzar una reducción del 44 por ciento. Ahora debería haberse logrado una reducción del 78%. Nada de eso ocurrió.
En este contexto deben discutirse las recientes noticias sobre los supuestos logros de reducción sustancial de residuos. Más allá de los números, es preocupante la opción por las "soluciones tecnológicas" para los residuos orgánicos, más costosas y mucho menos ecológicas.
En especial, el sistema MBT (en inglés: tratamiento mecánico biológico) dirigido a los residuos orgánicos, que según el plan del gobierno en diciembre de 2012 era responsable por sí mismo de reducir el 10 por ciento de los residuos. En ese momento, en el portal comAmbiental se difundía un comunicado conjunto de Greenpeace, FARN, Los Verdes y Fundación Ciudad alertando sobre el riesgo que traía esta tecnología.
Desde Los Verdes, por ejemplo, se alertaba que el "MBT es paso previo para la incineración, no sirve para el compost ni para recuperar recursos porque es basura contaminada". Sin embargo, hoy el dirigente de esta agrupación, Juan Carlos Villalonga, que es también Presidente de la Agencia de Protección Ambiental (APRA) del Gobierno porteño, señala que se necesita una nueva planta de MTB para 2015, que aseguraría lograr los cambios de reducción "con velocidad". Una velocidad a la que ahora no parece preocuparle el riesgo de que toda la basura termine incinerada, a contramano de la Ley de Basura Cero.
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