Información general | Cambio climático
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Furia temporal
Según los reportes oficiales, el temporal descargó entre 50 y 90 milímetros de agua en menos de dos horas en municipios como San Martín, San Isidro, Tres de Febrero y Vicente López, lo que generó más de 400 incidentes reportados al 911, entre ellos ingresos de agua en viviendas, caída de árboles, postes y cables, y situaciones de riesgo eléctrico. En algunos sectores, como Martínez y Boulogne, se registraron acumulados superiores a los 80 milímetros en lapsos muy breves, lo que agravó el impacto del fenómeno.
Panamericana: autos flotando y rescates improvisados
Uno de los escenarios más dramáticos se vivió en la autopista Panamericana, especialmente en el tramo comprendido entre Thames y Márquez, donde varios autos quedaron completamente bajo el agua. La acumulación fue tan repentina que los conductores debieron abandonar sus vehículos y ser asistidos por otros automovilistas o equipos de emergencia. En algunos casos, los autos quedaron flotando, arrastrados por la corriente que se formó sobre la colectora y los carriles principales.
Las imágenes mostraron vehículos semisumergidos, con el agua superando el nivel del capó y llegando incluso a cubrir los techos. La concesionaria Autopistas del Sol recomendó evitar la zona y circular con extrema precaución mientras se trabajaba en el drenaje y la asistencia a los afectados.
Unicenter inundado y filtraciones en pleno horario comercial
El shopping Unicenter, ubicado en Martínez, fue otro de los puntos gravemente afectados. Las lluvias intensas provocaron filtraciones en el tercer piso del centro comercial, donde el agua ingresó por paredes y techos, afectando locales y obligando a una evacuación preventiva. Videos difundidos por clientes mostraron pasillos inundados y cascadas de agua cayendo desde el nivel superior.
La empresa Cencosud confirmó las filtraciones y comunicó que se restringió la operatoria en las áreas afectadas mientras los equipos técnicos trabajaban para restablecer la normalidad.
Aeroparque: demoras, cancelaciones y alerta roja
El Aeroparque Jorge Newbery también sufrió las consecuencias del temporal. La alerta roja emitida por el Servicio Meteorológico Nacional obligó a suspender la carga de combustible y el movimiento de aeronaves en pista, lo que derivó en demoras en al menos 11 vuelos y desvíos hacia Ezeiza y otros aeropuertos alternativos. Ocho vuelos programados entre las 18 y las 19 debieron ser reprogramados para después de las 20, una vez que la alerta fue levantada a las 19.15 y se restableció la operatoria normal.
Barrios porteños y Conurbano: anegamientos, granizo y alivio térmico
El Servicio Meteorológico Nacional informó que el diluvio afectó a los barrios porteños de Colegiales, Villa Urquiza, Balvanera, Constitución, Monserrat, Villa Crespo y Liniers, además de amplias zonas del sur, norte y oeste del Conurbano. En varios sectores se registró caída de granizo y anegamientos severos, lo que provocó un descenso abrupto de la temperatura hasta los 22 grados, luego de un día marcado por el calor extremo.
El SMN explicó que el fenómeno fue producto de tormentas estacionarias, típicas del verano, que se desplazan lentamente por la elevada humedad y la falta de vientos, lo que potencia la acumulación de agua en zonas puntuales. Para la noche del 24 de diciembre se mantuvo una alerta amarilla por posibles chaparrones y tormentas aisladas, con probabilidad de nuevas precipitaciones en la región.
Más de 70 mil usuarios sin luz en el AMBA
El temporal también provocó un fuerte impacto en el suministro eléctrico. Según el Ente Regulador de la Electricidad (ENRE), más de 60 mil usuarios quedaron sin luz durante la tarde del 23 de diciembre. Edenor informó que 64.719 clientes se encontraban afectados, principalmente en Recoleta, San Martín, San Isidro y San Miguel, mientras que Edesur reportó 7.504 usuarios sin servicio en zonas como Avellaneda, Almagro, Flores, Mataderos y Monte Grande.
Las interrupciones se vincularon tanto a la sobrecarga del sistema por las altas temperaturas como a la caída de árboles y cables durante el temporal. Equipos de ambas distribuidoras trabajaron durante la noche para restablecer el servicio.
Un temporal breve pero devastador
Aunque la tormenta duró menos de una hora en algunos sectores, su intensidad fue suficiente para colapsar arterias clave, inundar centros comerciales, paralizar aeropuertos y dejar a miles de personas sin electricidad. El evento volvió a exponer la vulnerabilidad del AMBA frente a fenómenos meteorológicos intensos y la necesidad de reforzar los sistemas de drenaje y respuesta ante emergencias.
El temporal del 23 de diciembre quedará registrado como uno de los más impactantes de los últimos años en la previa de las fiestas, con escenas que reflejaron la fuerza de un fenómeno que transformó calles y autopistas en ríos en cuestión de minutos.
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