Política | Pese a la recesión y la caída del consumo

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Sube la inflación

La inflación en la Ciudad de Buenos Aires volvió a mostrar señales de aceleración en noviembre de 2025, con un incremento mensual del 2,4% que llevó el acumulado de los primeros once meses del año a 28,3% y la variación interanual a 32,6%, según el Instituto de Precios al Consumidor porteño (IPCBA). El dato se conoció un día antes de la publicación del índice nacional del INDEC, que confirmó una suba del 2,5% para el mismo período y un acumulado anual de 27,9%. Por Mateo Salvo Buenos Aires, 12 de diciembre de 2025. El comportamiento de los precios en la capital estuvo marcado por aumentos en varias divisiones que superaron el promedio general. Recreación y cultura lideró con un alza del 4%, impulsada por los mayores valores de paquetes turísticos y servicios recreativos. Transporte se incrementó 2,9% debido a los ajustes en combustibles y lubricantes, mientras que Restaurantes y hoteles subieron 2,7% por el encarecimiento de comidas en bares y restaurantes. Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles registró un aumento de 2,5%, reflejando tanto los incrementos en alquileres y gastos comunes como las actualizaciones en tarifas de servicios públicos. En alimentos y bebidas no alcohólicas, el alza fue de 2,2%, con fuertes subas en carnes (4,5%) y frutas (6,8%), aunque con una caída en verduras y legumbres de 5,1%.

El informe del IPCBA destacó que los bienes aumentaron 2,3% y los servicios 2,5% en noviembre. En el acumulado de 2025, los bienes subieron 22% y los servicios 32,4%, mientras que en términos interanuales los bienes crecieron 24,3% y los servicios 38%, aunque con una desaceleración respecto a meses anteriores. Los precios regulados avanzaron 2,7% y los estacionales apenas 0,9%, mostrando la incidencia de los ajustes tarifarios y la menor presión de productos de consumo estacional.

Los índices nacionales

El INDEC, por su parte, informó que la división con mayor alza mensual a nivel nacional fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un 3,4%, mientras que prendas de vestir y calzado apenas subieron 0,5%. La categoría con mayor incidencia en el índice fue Alimentos y bebidas no alcohólicas, confirmando la tendencia observada en la Ciudad. El Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central había anticipado una inflación del 2,3%, pero las consultoras privadas ya proyectaban un número más cercano al 2,5%, lo que finalmente se verificó.

Más allá de los números, la inflación tiene un impacto directo en la medición de la pobreza y la indigencia. Según el último informe del INDEC, el 31,6% de la población vive bajo el umbral de la pobreza. Para no ser considerado pobre, un adulto necesita ingresos de al menos $406.903, mientras que un hogar de cuatro integrantes requiere $1.257.329. En el caso de la indigencia, la canasta básica alimentaria fija el mínimo en $183.289 por adulto. Estos cálculos no incluyen gastos de alquiler, lo que agrava la situación en un contexto donde una de cada tres familias no tiene vivienda propia, según el Censo 2022.

Cuando falla el termómetro

La metodología utilizada para medir la pobreza se basa en los ingresos y en la actualización de las canastas básicas por el IPC. Sin embargo, desde la asunción de Javier Milei se observa un cambio en la composición del gasto de los hogares: los servicios han aumentado su peso relativo frente a los alimentos, aunque en el cálculo oficial los alimentos siguen teniendo mayor ponderación. 

La Ciudad de Buenos Aires utiliza una canasta más actualizada, basada en la Encuesta Permanente de Hogares de 2017/18, que pondera más los servicios, aunque a nivel nacional aún se emplea la de 2004/05. Esto genera una diferencia significativa: la inflación acumulada en la Ciudad desde diciembre de 2023 está unos 25 puntos porcentuales por encima del dato nacional, lo que implica que la pobreza en CABA podría ser mayor a la reflejada en las estadísticas oficiales.

La inflación sube pese a la recesión y la apertura

El contexto económico muestra que, si bien la inflación se redujo respecto a los niveles de finales de 2023 y comienzos de 2024, los ingresos nominales no crecieron lo suficiente para sostener el poder adquisitivo. El consumo masivo se contrajo en la mayoría de los meses del actual gobierno, reflejando la dificultad de las familias para mantener su nivel de vida. El INDEC ya anunció que actualizará la metodología de medición de pobreza e indigencia en 2026, lo que podría dar una visión más precisa de la situación social.

En conclusión, el dato de inflación de noviembre confirma la persistencia de aumentos moderados pero constantes en los precios, con sectores como recreación, transporte y vivienda liderando las subas. La diferencia entre el índice porteño y el nacional refleja las particularidades de cada canasta y la incidencia de los servicios en la Ciudad. El desafío sigue siendo cómo lograr que los ingresos acompañen la evolución de los precios para evitar que más hogares caigan en la pobreza. Mientras tanto, la inflación continúa siendo uno de los principales problemas económicos y sociales del país, condicionando el consumo, la inversión y la calidad de vida de millones de argentinos.


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