Buenos Aires, 6 de agosto de 2021. La pandemia del coronavirus golpeó de lleno la economía Argentina que en 2020 vio caer su PBI un 9,9% y en las mediciones del Banco Mundial cayó cuatro puestos entre las principales economías del mundo. Si bien el virus no discriminó y afectó a todo el sector productivo, algunos rubros tuvieron que ponerle stop a su actividad por un periodo de tiempo más extendido. Uno de ellos es el sector hotelero que en la Ciudad de Buenos Aires registra cifras alarmantes de quebranto.

De acuerdo a un informe periodístico, la ocupación en distintos hoteles porteños fluctúa en torno al 10% o 20% e incluso por momentos -extensos, por cierto- están totalmente vacíos; razón por la cual muchos de ellos decidieron cerrar las puertas. “Hoy en CABA el 50% de los hoteles están cerrados”, enfatizó la colega Carolina Amoroso en su informe citando fuentes del sector y agregó que el sector estuvo parado por 12 meses. 

“Abrimos a principios de este año, con una ocupación de entre el 8 y el 12 por ciento. Pero después tuvimos que volver a cerrar por las restricciones de marzo y abril. Recién ahora volvimos a abrir”, explicó una propietaria. Entre enero del 2020 y marzo del 2021, el sector hotelero registró una pérdida de 73.300 puestos de trabajo lo que representa una caída del 26%.

Uno de los factores de esta escasa demanda es la marcada caída del turismo en la ciudad, producto del cierre de fronteras y demás restricciones sanitarias. Previo a la pandemia, arribaban a la city alrededor de 320 mil visitantes por mes y hoy solo se registra un promedio de siete mil. 

“Lo peor se lo lleva la Ciudad de Buenos Aires y otros destinos que están complicados para abrir por las restricciones. En cambio, hay otros destinos que están recuperando como pasa con Bariloche donde se está abriendo”, subrayó un representante del sector y agregó: “Nunca hubo un momento de reactivación. Ojalá pudiera haber trabajado en el verano como se hizo en el resto del país”.

Los hoteleros -gran parte de territorio porteño- piden a las autoridades que revean las políticas sanitarias y abran las fronteras, en momentos que una nueva variante del virus, más contagiosa, se difunde ràpidamente por la región. “El turismo extranjero se mueve con previsibilidad, por eso necesitamos una fecha. Si no se abre la frontera es difícil de seguir”, enfatizaron y resaltaron que, en un principio, el auxilio estatal significó una ayuda pero “hoy no es suficiente”. “Entre el 80 y el 90 por ciento de nuestros ocupantes antes de la pandemia eran turistas y segmentos corporativos. Hoy no hay nada de eso, es una situación angustiante y no sabemos cómo seguir”, concluyeron.

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