Buenos Aires, 22 de noviembre de 2019. Mientras la estatal Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) y Metrovias aseguran que realizan trabajos para eliminar el asbesto, los trabajadores acentúan sus medidas de fuerza reclamando que la acción estatal es tardía e insuficiente. "La semana pasada anunciamos que hay una nueva flota con asbesto comprada en 2012, en plena prohibición del amianto. Esas formaciones se compraron a Japón, además de las que ya sabíamos que se habían comprado a España", señaló Roberto Pianelli, secretario general de la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y Premetro. 

Vale aclarar que desde 2001 en nuestro país se encuentra rigurosamente prohibido el uso y fabricación de objetos que contengan asbesto. También, por supuesto, su importación. Por este motivo tramita una denuncia penal contra el ex Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, su ex jefe de gabinete Horacio Rodrìguez Larreta y los funcionarios a cargo de la compra de los trenes usados en España, con incumplimiento de deberes de funcionario público.

La continuidad del plan de lucha depende de las respuestas de la empresa al reclamo sindical, ya que los Metrodelegados consideran que la gravedad de la situación se enmarca en que no hay una discusión salarial o de convenio "sino por la salud de los trabajadores". Pero el contrapunto continúa. Ahora la empresa afirmó que los paros realizados "son absolutamente injustificados en tanto se vienen llevando adelante diferentes acciones concretas desde febrero de 2018 para atender la problemática del asbesto".

"En el marco del Plan Integral de Gestión de Asbesto presentado el año pasado, se sacó de circulación la flota CAF 5000 inmediatamente después de conocerse la noticia de la posible existencia de piezas con este material", aseguró Sbase. Indicó además que "se contrató a un operador especializado, que cumple con los protocolos internacionales y las regulaciones locales referidas al manejo de este tipo de material, que se encuentra analizando la totalidad de la flota de la red y desasbestizando los trenes Mitsubishi de la Línea B". "En ese sentido -agregó- ya se trabajó en la primera formación que se espera vuelva a servicio la semana próxima. Además, se encuentran en análisis las flotas Nagoya (Línea C) y General Electric y Fiat (Línea E)".

Desde el sindicato responden. "Si hay algo que queremos evitar es el paro, pero sirve para presionar y que se aceleren los tiempos", expresó el secretario general del gremio, Beto Pianelli, ante la falta de progreso en los estudios clínicos a la que deben someterse los operarios en contacto con asbesto o amianto, materiales cancerígenos. Los sindicalistas reclaman a la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) y a la operadora privada concesionaria del servicio, Metrovías, la "historia clínica y los estudios a los trabajadores que han concurrido a hacerse" las pruebas para cerciorarse si resultaron afectados por el contacto con el asbesto.

El secretario de Salud y Medio Ambiente del gremio, Francisco Ledesma, advirtió que tanto la Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART) como Metrovías se niegan a entregar los estudios médicos de los empleados. De los 180 operarios evaluados que trabajaban en la línea B, donde circulaban 36 formaciones compradas al Metro de Madrid entre 2011 y 2012 que tenían presencia de asbesto, 13 de ellos fueron diagnosticados con placas pleurales ocasionadas por el contacto con el amianto. El sindicato reclamó que todos los trabajadores del subterráneo de Buenos Aires sean incluidos en la ART debido a que en los trenes y en las instalaciones hay asbesto.

Por su parte, la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSP) anunció el 19 de noviembre que presentó un amparo ante la justicia de la ciudad de Buenos Aires.

La alarma por la presencia de amianto en los vagones del subterráneo de Buenos Aires surgió cuando Metro de Madrid, que vendió 24 unidades a Sbase en 2011 y otras 12 en 2012, reconoció que los componentes eléctricos de los vagones CAF 5000 estaban fabricados con asbesto. El sindicato denunció el pasado 14 de noviembre que otras tres formaciones de la línea C adquiridas a Japón en 2013 y puestos en circulación dos años después presentan rastros de amianto.

En España han muerto hasta el momento dos trabajadores del Metro de Madrid que enfermaron a raíz de su exposición a fibras de asbesto. En ese país está prohibida la comercialización del amianto desde diciembre de 2002, mientras que en Argentina rige una ley similar desde julio de 2001.

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