Legislativas | Otra vez la grieta

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El oficialismo impuso su Código

La Legislatura porteña aprobó los nuevos Código Urbanístico y de Edificación de la Ciudad con los votos del oficialismo y el rechazo de toda la oposición. Ambas iniciativas obtuvieron 34 votos a favor del bloque Vamos Juntos y 23 en contra del arco opositor en la sesión ordinaria de la Legislatura, donde vecinos de la Ciudad concurrieron a manifestar su rechazo por considerar que "restará espacios verdes y públicos y fomentará desarrollos inmobiliarios en detrimento de los habitantes porteños". Además, se modificó el Código de Tránsito y Transporte para que los taxis de la Ciudad de Buenos Aires estén vinculados a alguna aplicación digital (app) y que los viajes puedan ser abonados con tarjeta de débito o de crédito. Por Martín Pérez Díaz
Buenos Aires, 7 de diciembre de 2018. Sin modificar la Ley Marco Plan Urbano Ambiental votada por unanimidad en 2013, el oficialismo impuso su mayoría relativa para modificar los Códigos Urbanístico y de Edificación para la Ciudad. Así se aprobaron innovaciones en dos herramientas normativas claves para determinar cómo crecerá la ciudad en los próximos años. 

La decisión legislativa modifica el Código de Planeamiento Urbano -CPU- vigente desde el año 1977, que tuvo cambios sustanciales en 1989 y en 2000, con la Ley 449, y dos actualizaciones en los años 2007 y 2013. La aprobación se efectuó en base a un proyecto propiciado por el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, con modificaciones sugeridas por la Comisión de Planeamiento Urbano.

Construcciones de hasta 38 metros de altura, techos verdes ecológicos, blancos contra el calor y departamentos de 18 metros, son algunas de las disposiciones aceptadas por la nueva iniciativa impulsada por el Gobierno porteño.La Legislatura porteña convirtió este jueves en los nuevos Código Urbanístico y de Edificación de la Ciudad que establecen los rangos para futuras construcciones, que no podrán superar los 38 metros de altura, contemplan microdepartamentos de 18 metros cuadrados y plantean criterios de sustentabilidad como los "techos blancos" para combatir el calor.

Las normativas, que fueron elaboradas por el Gobierno de la Ciudad y remitidas al Parlamento en abril pasado, apuntan a modernizar el Código de Planeamiento Urbano que data de 1977 y establece dónde, cuánto y con qué criterios se debe construir en el distrito. En tanto, el Código de Edificación databa de 1943 y fijaba cómo y con qué materiales debían hacerse las nuevas obras. En el caso del Código Urbanístico, se redujeron de 27 a seis la cantidad de alturas permitidas para las futuras edificaciones en cada barrio, con el propósito de "homogeneizar" los niveles de las construcciones a partir de un rango que va de los 9 y 10,5 metros, principalmente en pasajes y calles, hasta los 38 metros en zonas de grandes corredores, como las avenidas Del Libertador y 9 de Julio.

También quedó instituida una "mixtura de usos" de los suelos en los barrios, que habilita una combinación en una misma zona de distintas actividades -como áreas comerciales, viviendas y servicios sociales- lo que marca una diferencia con la antigua norma, que contenía sectores específicos para cada función, como residenciales o industriales.

Asimismo, el nuevo código aplica criterios de sustentabilidad para las futuras construcciones, como la exigencia de que cuenten con "terrazas verdes" o "techos blancos" que absorban el calor en épocas de alta temperatura y la prevención de inundaciones a través de la recolección y uso del agua de lluvia.

El Código de Edificación, en tanto, fija nuevos materiales y sistemas de construcción que son considerados "más eficientes" para las obras, y deja establecidas las subdivisiones en los ambientes de los departamentos para "mejorar los espacios".

En ese punto, abrió la chance de los denominados "microambientes" de 18 metros cuadrados, que generó fuertes críticas de parte de asociaciones de personas con discapacidad o movilidad reducida por los inconvenientes que les causaría para su desplazamiento. Por ello, se dispuso que no podrán existir edificios enteros con ese tipo de "microdepartamentos", sino que "sólo la mitad de las unidades estarán autorizadas a contar con esa métrica".

Por otra parte, habrá nuevos modelos de arquitectura inclusiva, ya que los nuevos bares y restaurantes podrán tener baños unisex o incorporar dispositivos para el cambio de pañales de los bebés en baños masculinos.

Críticas de los vecinos

El titular del Observatorio del Derecho a la Ciudad, Jonatan Baldiviezo, sostuvo que "con los nuevos códigos se van a profundizar todos los problemas que tiene la ciudad: donde los servicios públicos están colapsados, hay falta de vacantes en las escuelas, de espacios verdes y crisis habitacional".

"El Plano Urbano Ambiental (PUA) es el que planifica y el Código Urbanístico su herramienta operativa, a la que le ordena que cree una correspondencia entre la infraestructura de la ciudad y la capacidad constructiva de los barrios. Y este nuevo Código no responde a ese mandato principal, sólo regula cómo construir más, ni siquiera apunta a densificar como sostiene el gobierno, que dice que quiere pasar de tres a seis millones habitantes en la ciudad, porque hay muchos inmuebles ociosos. A los servicios públicos y domiciliarios le dedica una oración", explicó.

Además, remarcó que el PUA ordenaba que el Código no fuera un código inmobiliario sino que trabajara con los espacios públicos y verdes, y "no hay una palabra en relación a esto. Por lo que van a seguir vendiendo las tierras públicas y sacrificando espacios verdes".

Para el especialista, la norma apunta a un blanqueo inmobiliario porque hay un descontrol respecto a las habilitaciones y con el criterio de mixturar zonas –habilitar comercios en zonas residenciales– están legalizando establecimientos que ya funcionan. "La eliminación del FOT –porcentaje máximo del terreno que se puede ocupar con edificación– y la expansión de los enrases (posibilidad de construir en alto hasta la alturas de una parcela lindera) son parte de ese blanqueo, que es gratuito porque no le piden que paguen por las construcciones ilegales".

Los argumentos oficiales

Desde la bancada del gobierno se señaló que "El nuevo instrumento legal da cumplimiento al Plan Urbano Ambiental -PUA- e incorpora nuevos paradigmas para la concreción de una ciudad Integrada, Policéntrica, Plural, Saludable y Diversa, con morfologías y mixturas de usos que reconocen las identidades barriales y regulan el espacio privado desde el espacio público, con instrumentos de gestión urbano-ambiental que concretan el objetivo de la Nueva Agenda Urbana de ONU-Hábitat, y protege las áreas patrimoniales y de identidad existentes".

Asimismo se afirmó "El nuevo Código Urbanístico mira al espacio privado desde el espacio público, cambiando el eje de desarrollo de la Ciudad. Así piensa la normativa morfológica desde el espacio público que enfrentan (calles, avenidas, plazas, parques, ríos) y los usos de suelo para la generación de una ciudad a escala humana-peatonal y vivible. Además, se focaliza en el reconocimiento y protección de la ciudad existente, tendiendo a su completamiento de constructibilidad y preservándola en las diversas áreas identitarias y para ello se han establecido la diferenciación de las Unidades de Edificabilidad entre Corredores (sobre vías de mayor ancho) y Unidades de Sustentabilidad de Altura (sobre los espacios que se encuentran dentro de ellas), reconociendo las diferentes densidades".

Por otro lado, indicaron, el nuevo código respeta, y a su vez dota de sustentabilidad a las áreas patrimoniales e identitarias conocidas como Áreas de Protección Histórica -APH. Respecto al proceso de reurbanización e integración socio-urbana de los barrios vulnerables, se regulan los principios y contenidos mínimos que deben aplicarse a través de la gestión participativa, reconociendo la diversidad de los barrios y promoviendo su inclusión a la trama urbana. A su vez se proponen áreas de renovación urbana en el Riachuelo, que no solo aportan al desarrollo de esa zona, sino que además promueve su articulación metropolitana con la Provincia de Buenos Aires, buscando que el Riachuelo deje de ser una barrera urbana.

Otro aspecto relevante es la concepción del transporte como un nuevo "estructurante urbano" y para ello se han tenido en cuenta la Red de Expresos Regionales "RER", la de Metrobuses y la de los Subtes. Asimismo la jerarquización vial guía la propuesta morfológica del Código Urbanístico en la conformación de su tejido (mayores alturas sobre el corredor vial y menores hacia adentro de las áreas de sustentabilidad de altura), como así también en su mixtura de Usos del Suelo, dado que ésta se da sobre vías primarias, y la menor mixtura de usos residencial y comercial se encuentra en las vías terciarias.

Con el nuevo Código el 70% de la Ciudad de Buenos Aires tendrá menos de cinco pisos. Se eliminan los criterios cuantitativos presentes en el CPU (FOT, FOS y la tangente) para respetar la constructividad de cada una de las parcelas. Esos criterios hacían que el CPU sea "interpretativo", permitiendo la construcción de edificios elevados que hoy vemos en la Ciudad y en muchos casos son disruptivos de la morfología de un barrio.

El diputado Agustín Forchieri (VJ), jefe de la bancada oficialista, destacó durante el amplio debate sobre el proyecto que "debemos crear una nueva trama urbana que identifique, aproveche y potencie los nodos y corredores existentes, desarrollando a su alrededor densos conjuntos de usos mixtos donde las personas vivan, trabajen y accedan a los servicios en un radio relativamente reducido". Y agregó que "esa ciudad, policéntrica, densa y diversa que el Plan Urbano Ambiental identifica como la Ciudad deseada, no es una utopía urbana. Es la ciudad que debe sobreponerse sobre la dispersa y sectorizada que tenemos actualmente. Y es la ciudad que vamos a construir con este nuevo Código Urbanístico, para poder viajar menos y vivir mejor". 

La nueva normativa establece:

- Pautas en materia de estética urbana la cual amerita la tutela estatal, considerando la preservación patrimonial por medio de la definición de los criterios de intervención y diversos grados de adecuación.
- Nuevas condiciones para la distribución de la superficie de las viviendas, con las mismas prestaciones en términos de habitabilidad, ventilación e iluminación, teniendo como consecuencia la mejora de su funcionalidad y un mayor acceso a la vivienda.
- Nuevos parámetros para garantizar mejoras en la habitabilidad, la accesibilidad y la salubridad, incluyendo políticas de género, actualizando la clasificación de los usos.
- Nuevas prestaciones relativas a la prevención y protección contra incendios, teniendo en consideración los tipos de locales y usos.
- La implementación del diseño sustentable, estableciendo soluciones ambientales y requisitos mínimos que deberán ser respetados, como el control en el uso del agua, el uso eficiente de la energía, y la gestión de residuos en obra, entre otros.
- Respecto de las Estructuras se incorporan nuevos estándares de calidad para el cálculo y seguridad de las construcciones.

Taxis con app y tarjetas

Se modificó el Código de Tránsito y Transporte para que los taxis de la Ciudad de Buenos Aires estén vinculados a alguna aplicación digital (app) y que los viajes puedan ser abonados con tarjeta de débito o de crédito. El proyecto de las diputadas Cristina García y Natalia Fidel (VJ), tuvo despacho de la Comisión de Tránsito y Transporte y fue debatido este jueves en el recinto de sesiones.

Con esta ley, el servicio de taxis podrá ser solicitado por los usuarios mediante aplicaciones de internet o teléfonos móviles (App). Actualmente existe BA Taxi que es la app oficial del gobierno porteño, pero a partir de ahora, cada vehículo deberá figurar en al menos una plataforma. Esto generará mayor fluidez y seguridad en los usuarios porque podrá ver en los dispositivos móviles la traza del camino a seguir y la calificación de los distintos choferes.

Otro punto saliente de la ley es la obligatoriedad de aceptar tarjetas de débito y crédito. El pago se podrá efectuar mediante la aplicación o bien con un posnet. En tanto, los relojes taxímetros podrán ser reemplazados por otros dispositivos homologados por la Autoridad de Aplicación.

Por otra parte, se dispuso que los taxistas deberán realizar capacitaciones de primeros auxilios y RCP (resucitación cardio pulmonar). El proyecto fue autoría de los legisladores Diego García Vilas, Cristina García, Sol Méndez, Gastón Blanchetiere y Natalia Fidel (VJ). El objetivo es que los choferes adquieran las habilidades necesarias para poder intervenir en episodios ocurridos en la vía pública y potencialmente, salvar vidas.    


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