Cultura | Héctor Olivera

06/10

0

Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires

El director y productor de cine Héctor Olivera recibió la distinción de "Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires", en el ámbito de la Cultura, durante el acto que organizó el diputado Julio Raffo (Proyecto Sur) en el Salón Dorado de la Legislatura porteña. Por Belén Sosa Buenos Aires, 6 de octubre de 2012. “Lo suyo fue una amalgama entre cine y coraje”, definió Osvaldo Bayer en la Legislatura, en un homenaje realizado el martes pasado que repasó toda la trayectoria del cineasta, pero con especial hincapié en La Patagonia Rebelde, película que le valió la persecución de Miguel Paulino Tato, censor de la dictadura de turno.

En sus palabras de agradecimiento, Olivera habló de su cariño y fascinación por Buenos Aires y reseñó recuerdos, encuentros y anécdotas que fueron dando forma a esa relación tan especial, dijo, con cada lugar, cada calle, cada esquina de la ciudad.

Raffo, quien impulsó este reconocimiento que la Legislatura porteña votó por unanimidad (Ley N° 3815), dio unas breves palabras para destacar que más que un homenaje a este cineasta que lleva una trayectoria de 65 años en la industria del cine, Olivera con su presencia estaba homenajeando a la misma Legislatura.

Participaron en el homenaje el periodista e historiador Osvaldo Bayer, y los directores de cine Manuel Antín y Adolfo Aristarain. Dio la bienvenida a la casa el vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo.

Al referirse a la extensa y valiosa obra de Olivera, Antín lo describió como uno de los creadores argentinos más libres, más independientes y más reconocidos internacionalmente. Aristarain, por su parte, prefirió referirse al aspecto humano de Olivera, recordando el respeto y afecto con que fue tratado por éste desde el primer momento en que trabajaron juntos.

Bayer hizo en 1973 con Olivera La Patagonia rebelde, película que nadie –dijo- se atrevía a hacer; y recordó que Olivera aceptó sus condiciones para participar de la realización de esta obra para asegurarse de que se preservara la fidelidad histórica, como ocurrió. Así, dijo, Olivera logró producir “un documental con actores”, donde todo se ajusta a los hechos tal cual ocurrieron.

Dos anécdotas

Entre los recuerdos que desgranó Olivera de su vida en Buenos Aires, dos anécdotas sorprendieron a los asistentes al acto en el Salón Dorado:

1946. Golpean la puerta de su casa. El joven Olivera, recién llegado al hogar y aún con su uniforme de alumno del Liceo Militar, abre la puerta. “¿La señora de Alzaga?”. Olivera hace la venia. “No mi general, es el segundo piso”. “Gracias, m´hijo”, dice el general Juan Domingo Perón, recién electo presidente, quien comienza a subir las escaleras acompañado de Eva Perón.

1958. Golpean la puerta de otra casa en la que vivía entonces. Olivera abre la puerta. “¿El doctor Wehbe”? “No doctor, el segundo piso”. “Gracias”, dice Arturo Frondizi, recién electo presidente de la República.

Olivera admite que nunca más un presidente tocó a su puerta.

Trayectoria

Olivera cuenta con una extensa trayectoria de 65 años en la industria del cine. Como presidente de Aries Cinematográfica Argentina SA, empresa que fundó con Fernando Ayala en 1956. Ha producido 113 películas de largometraje y más de 200 episodios para la televisión, entre ellos Nueve lunas, el programa de ficción más premiado de la televisión argentina.

Como director ha dirigido o codirigido 23 largometrajes, entre ellos La Patagonia rebelde y No habrá más penas ni olvido, ambos premiados con el Oso de Plata en los Festivales de Berlín de 1974 y 1984.

Junto con Ayala también han sido empresarios teatrales y realizaron, entre otras, la obra Lisandro, de gran éxito en 1972.

Olivera pertenece a un espectro de productores y directores comprometidos con nuestro país a través del relato de movilizantes acontecimientos históricos con contenido social, político y cultural, que nos han hecho reflexionar a lo largo de estos años sobre lo que nos pasa como sociedad y como individuos.


Biofilmografía

Héctor Olivera nació el 5 de abril de 1931 en Olivos, provincia de Buenos Aires, pero desde hace más de dos décadas reside en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde ha desarrollado toda su carrera artística y empresaria.

También obtuvo premios en muchas muestras por sus películas La nona (1978), Los viernes de la eternidad (1980), La noche de los lápices (1986), Una sombra ya pronto serás (1994), Ay Juancito (2004) y El mural (2010).

Fue el realizador de dos cuentos de Jorge Luis Borges: El muerto (1975) y El Evangelio según Marco (1992), este último como telefilm para Televisión Española SA.

Ha sido miembro del Gran Jurado de los festivales de Cannes, Berlín, San Sebastián, El Cairo, Mar del Plata, La Habana, Chicago y Málaga y vicepresidente del 12º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata (1996).

Por su meritoria carrera profesional recibió los siguientes premios: Vittorio de Sica (Festival de Sorrento, 1986); Leopoldo Torre Nilsson (Cinemateca Argentina, 1998); Cámara Pathé (Museo del Cine de Buenos Aires, 2001); Konex Espectáculos (2001); Reforma Universitaria (Universidad Nacional de La Plata, en 2002). En Brasilia recibió el Premio Binacional de las Artes y la Cultura Brasil-Argentina 2004; la Cinemateca de Bogotá lo incluyó en el Círculo Precolombino (2006) y, recientemente, Argentores le otorgó el Gran Premio de Honor 2012.

Compartir nota en las redes sociales Enviar Imprimir

Dejanos tu comentario